Como habíamos explicado  el mes pasado, utilizar un sistema de gestión empresarial o programa de administración de empresas tiene una serie de ventajas, que se traducen en una mayor productividad y, como dice un estudio reciente de PHC Software, un ahorro de hasta un 30%.

Pese a ello, la implantación en las pymes españolas es escasa. ¿Por qué ocurre esto? Recordemos que  muchas de las empresas que no utilizaban este tipo de recursos pertenecen a sectores poco tecnológicos. Probablemente, no están familiarizados con la informática e implantar un software de administración de empresas es un paso difícil de dar.

¿Cómo podemos salvar esta barrera?

Desde el punto de vista del desarrollador de un programa de administración de empresas, la solución más sencilla sería hacer un manual de varias decenas de páginas. Pero, con un poco de amplitud de miras, nos daremos cuenta de que no es la solución más adecuada para los usuarios, que tendrán que leer todo el ‘tocho’ antes de poder hacer algo. Entonces, ¿qué hacemos?

La solución se encuentra en el diseño de interacción. Es decir, adaptar nuestro programa de administración de empresas al usuario, entender sus necesidades y aplicar un método de trabajo que facilite su uso.

¿Por qué vamos a aplicar estos principios sólo en los programas o apps destinados al consumidor final? Si lo pensamos bien, un programa de administración de empresas con un diseño atractivo, compacto y con una disposición de las herramientas intuitiva transmitirá confianza a la pyme. Y si la curva de aprendizaje es breve, tendremos una clara ventaja competitiva sobre los desarrolladores de otros programas de administración de empresas.

Adapta tu programa de administración de empresas

Para adaptar nuestro software a las necesidades de la pyme, debemos tener algunas consideraciones:

  • Capacidad de integrarse con otras herramientas: Estamos en un ámbito empresarial cada vez más interrelacionado. Programas que se conectan con Hacienda, herramientas modulares que se utilizan para una determinada gestión,… Por eso, la posibilidad de exportar datos y, en definitiva, cualquier tipo de escalabilidad, nos facilitará la apertura al mercado de aplicaciones de gestión empresarial
  • Menú compacto e intuitivo: Es muy importante que la zona de herramientas sea descriptiva y sencilla de entender. Muchos programas de administración de empresas han tenido la desventaja de compartir las mismas palabras para funciones muy diversas, lo que dificulta la búsqueda de la herramienta que nos interesa. Así que, lo mejor que podemos hacer es escurrirnos un poco la cabeza y distribuir las diferentes herramientas semánticamente.
  • Desarrollo secuencial: El hecho de identificar las fases dentro de un proceso hace que lo aprendamos más rápidamente. Si con 3 o 4 pasos identificados con una acción solucionamos todo el proceso, facilitaremos el trabajo a nuestros clientes. Si, además, mantenemos siempre visibles todos los pasos y le indicamos al usuario en cuál se encuentra, podrá administrar mejor el tiempo y el esfuerzo.
  • Adaptabilidad: Si sueles comer en restaurantes, es probable que te hayas encontrado con algún sitio en el que los camareros utilizan tablets para anotar la comanda. Estos dispositivos, al contrario que un ordenador –de sobremesa o portátil- permiten una gran movilidad y se manejan solamente de manera táctil, lo que puede aumentar la productividad en casi cualquier sector. Por ello, es recomendable usar botones grandes, de colores distinguibles y lectura rápida para facilitar su uso en movimiento o en trabajos dinámicos.

Siguiendo estas pautas, podremos diseñar una interfaz adecuada para nuestro programa de administración de empresas.