El martes, 9 de abril se han realizado las primeras pruebas de uso de la receta electrónica privada, en un encuentro de colegios de médicos, dentistas, podólogos y farmacéuticos que se ha llevado a cabo en Madrid. Esta prueba ha consistido en la prescripción ficticia de un medicamento y la posterior recepción en el módulo de dispensación.

La receta electrónica privada tiene como objetivo, además de agilizar la prescripción de medicamentos por parte de los médicos privados, acabar con el fraude que se produce con este tipo de documentos. Actualmente, el formato de prescripción de medicamentos legal en la medicina privada es en papel, lo que puede dar lugar a manipulaciones, copias y otro tipo de alteraciones del documento original.

Para evitar este tipo de fraudes, se busca diseñar un sistema de prescripción y validación de recetas en el ámbito privado similar al que está en activo en la sanidad pública. Se trata de consolidar un modelo interoperable que permita recoger el medicamento en cualquier farmacia. También servirá para controlar que el profesional prescriptor está habilitado para emitir la receta a través de un repositorio centralizado.

Receta privada compatible con el RGPD

En este proyecto, también se pretende incorporar los criterios de confidencialidad y privacidad que exige el Reglamento General de Protección de Datos. Se busca que el repositorio sea compatible con la protección de la historia clínica del paciente, que podrá ejercer plenos derechos sobre los datos recogidos.

Este programa de incorporación de la receta electrónica privada comenzó a funcionar en septiembre de 2017 con la colaboración de numerosos Colegios Médicos, Farmacéuticos, aseguradoras y hospitales privados. También ha sido seguido por el Ministerio de Sanidad y tiene como objetivo ponerse en marcha como proyecto piloto en abril de 2019 y podría estar listo para su uso a lo largo de este año.