Ninguna empresa está a salvo de sufrir un percance grave debido a problemas informáticos, sea del tamaño que sea. Incluso empresas de gran tamaño como Twitter, e instituciones públicas están expuestas a ello. Por eso, realizar un plan de mantenimiento preventivo y correctivo de los dispositivos informáticos de tu empresa resulta vital para asegurar que no vas a tener problemas en un futuro.

¿Es más importante el mantenimiento preventivo o el correctivo? Realmente, los dos son igual de importantes, ya que se dirigen a solucionar problemas de distinto tipo o que se pueden presentar de distinta forma. Por ejemplo, la realización de copias de seguridad en la nube -correctivo-, nos puede salvar si nuestro disco duro sufre un fallo irrecuperable, pero igualmente deberemos incorporar uno nuevo –mantenimiento correctivo- si se da el caso, o incluso mucho mejor si lo hacemos cuando empezamos a detectar algún tipo de fallo.

Mantenimiento preventivo

En estos casos, hablamos de anticiparnos a cualquier tipo de problema, sea lo grave o leve que sea. Por ejemplo, la realización de copias de seguridad periódicas, actualizaciones habituales, uso de contraseñas seguras o modificación periódica de estas,…

Un mantenimiento preventivo adecuado se fundamenta, sobre todo, en un análisis previo de riesgos y una definición de políticas de seguridad adecuada, que nos permita realizar nuestra labor sin interrupciones ni ineficiencias, mediante acciones periódicas que mantengan estables los sistemas informáticos.

Este tipo de mantenimiento no reduce a cero, desde luego, el riesgo de sufrir percances. Pero es el más adecuado para mantener la productividad al 100%, ya que el mantenimiento correctivo normalmente se dará cuando ya se ha resentido de alguna manera nuestra infraestructura.

Mantenimiento correctivo

Lo importante del mantenimiento correctivo es, sobre todo, que no llegue cuando ya estamos en situación de desastre. Existen muchos casos en los que, sin haber un daño grave, se comienzan a detectar ciertas deficiencias en el rendimiento de nuestros dispositivos informáticos (Calor excesivo, falta de fluidez, errores,…)

En estos casos, en realidad estamos ya corrigiendo errores al limpiar ventiladores, reinstalar algún programa o cambiar alguna pieza. Aunque no nos hemos quedado ‘parados’, ya se detectan problemas que nos impiden trabajar con normalidad, por lo que ya estamos haciendo algún tipo de corrección.

La situación más indeseable, sin lugar a dudas, es cuando tenemos que reparar algo que, definitivamente ha dejado de funcionar. Incluso en estos casos podemos hablar de mantenimiento correctivo, porque no tiene por qué ser necesario cambiar todo el aparato (Por ejemplo, el cambio de la fuente de alimentación). Pero se trata de situaciones en muchos casos evitables, si hemos realizado un mantenimiento preventivo y correctivo correctos.