Resulta fácil, cuando ves la película ‘La Red Social’ o te pones a indagar sobre los inicios del Mark Zuckerberg en Harvard, sentir un profundo rechazo hacia la moral que el empresario nacido en 1984 muestra mientras crea aplicaciones para evaluar públicamente el atractivo de sus compañeras de universidad, accede libremente a la intranet de la universidad o, supuestamente, roba la idea de una red social a los hermanos Winklevoss.
Sin embargo, esto no ha impedido que actualmente Facebook tenga casi 2000 millones de usuarios activos. Cada uno, a su manera, accede regularmente a su cuenta en la red social y observa, comenta, critica, da a ‘me gusta’ en las publicaciones que crean otras personas sobre su vida cotidiana, sus costumbres y emociones. Finalmente, muchos usuarios nos hemos convertido en cómplices de ese chismorreo continuo en el que, mientras alimentamos nuestra curiosidad, aportamos millones de datos de manera seminconsciente a las bases de datos de la red social. ¿Cómo nos controla Facebook y qué hace con nuestros datos?
En los últimos meses, consciente del desprestigio que puede suponer un mal uso de todo el torrente de datos que maneja –Incluyendo whatsapp desde 2014-, la compañía de Mark Zuckerberg está publicando una serie de modificaciones y herramientas de carácter social o humanitario. La herramienta anti-suicidios, la identificación facial, el detector de noticias falsas o la eliminación de comisiones en donaciones a causas benéficas son algunas de las novedades de este último año, muy lejos ya de los infernales juegos que invadían con notificaciones tu cuenta, o los emoticonos cuya utilidad es más bien escasa.
La ‘nueva generación’ de utilidades pretende mostrar una personalidad más amable de la red social, más alejada del cotilleo cotidiano o del ocio superfluo. […]Sin embargo, no tiene por qué ser tan ideal como parece.
¿De qué hablamos en esta página?
Configuraciones de privacidad de Facebook
Ya desde hace varios años los desarrolladores se han preocupado por que puedas personalizar la visibilidad de tus perfiles y publicaciones. Prácticamente cualquier publicación, fotografía o reacción se puede configurar como pública, restringida o privada, heredando además estas configuraciones (Si tienes un perfil restringido, tus publicaciones o reacciones no serán públicas). Sin embargo, aunque esta información no sea visible para otras personas, se sigue almacenando y clasificando automáticamente, y puede ser utilizada con fines publicitarios o comerciales. Las sugerencias seguirán apareciendo, igual que las publicaciones generadas a partir de tus gustos o búsquedas anteriores.
Reconocimiento facial para que no te suplanten
La herramienta de control facial que está probando Facebook puede ser una buena herramienta para impedir las suplantaciones de identidad y el registro de bots. A priori, es una medida de seguridad útil que se escanee una foto para comprobar que es una persona quien se registra y que nadie te está suplantando. Teóricamente, el mensaje que le apareció a un usuario indicaba que posteriormente se borraría la fotografía de los servidores de Facebook. Pero, si se vuelve a hacer algún tipo de comprobación del mismo tipo, ¿Cómo se sabe que es la misma persona? ¿Cómo se persigue la suplantación de identidad si no es con unos parámetros de contraste?
Protección ante conductas peligrosas o suicidas
El detector de potenciales suicidas ha evidenciado una importante brecha entre la filosofía de protección de datos de Europa y Estados Unidos . Por una parte, es evidente que este tipo de herramientas basadas en algoritmos que analizan las reacciones y otros datos pueden ayudar a salvar muchas vidas. Aunque Europa prohíba el uso de este tipo de inteligencia artificial, Facebook seguirá teniendo la herramienta para explotar este tipo de datos de manera latente. Así, no sólo puede conocer tu tendencia al suicidio o a irte de fiesta un miércoles laboral: también puede conocer tu ideología política, religión o tu perfil psicológico y clasificarte en función de ello.
Información veraz en la red social
Una de las mayores cruzadas que ha expuesto en los últimos tiempos Facebook es contra las noticias falsas y el Clickbaiting. Según los propios responsables de la red social, una noticia falsa se puede definir como “aquella información diseñada para que se confunda con una noticia legítima pero que es intencionadamente engañosa”. Mediante un decálogo pretende ayudar a los usuarios a identificar noticias falsas y, aparte, señala artículos sospechosos mediante algoritmos, mandándolos a equipos de detección. Pese a ser a priori bienintencionada, esta herramienta puede fallar y, de hecho, está fallando por el volumen de noticias que se publican. Algunas noticias falsas se están dando por buenas y otras satíricas pueden darse por falsas. Además, diferentes conflictos de intereses pueden hacer que el criterio de evaluación de fake news cambie en cualquier momento.
Filantropía y caridad
Dado su carácter filántropo, Mark Zuckerberg ha dotado a Facebook con una herramienta que permite hacer donaciones a causas benéficas o sin ánimo de lucro, y lo hace sin comisiones. Además, la empresa dota con un fondo de 50 millones de dólares a la utilidad para igualar las donaciones. Esta medida se pondrá en marcha además en casos de desastres naturales y estará disponible en varios países. A priori, no tiene ninguna pega, salvo que lo creen organizaciones falsas o se haga un uso fraudulento, siempre fuera de la red social. Sin embargo, de nuevo, nos encontramos ante una forma adicional de clasificarnos.
El mismo objetivo con distinto aspecto
Vistas estas novedades, podemos decir que mucho cambia y, a la vez, todo sigue igual. La red social Facebook trata de adquirir un perfil más humano y ayudar a sus usuarios, transgrediendo su funcionalidad puramente lúdica o profesional. Poco a poco, busca implantarse en más ámbitos de nuestra vida, como nuestras inquietudes sociales o nuestro derecho a una información veraz. Además, trata de proteger nuestra presencia en Internet de suplantaciones, acosadores y personas que utilicen la información que subimos para perjudicarnos. Sin embargo, su ámbito de negocio y su objetivo principal no varía: Recopilar datos sobre todos sus usuarios, clasificarlos y, en definitiva, convertirnos en productos con los que mercadear en función de sus propias relaciones comerciales.