Imagina que has decidido que es hora de crear la web de tu empresa o ya la tienes, pero quieres hacerle un cambio radical. Tienes una idea de los colores y casi puedes ver en tu mente el resultado final… pero ahí se diluyen las ideas claras…. No sabes qué escribir, cómo hacer la estructura de tu página web y empiezas a ver que hace falta algo en el camino del diseño de tu web… ¿De qué se trata?

Haciendo un símil con el periodismo o el diseño gráfico, estamos ante el síndrome de la página en blanco. En esos ámbitos, una solución que se suele dar es hacer un brainstorming o empezar a bocetar algo rápido para desbloquearse y coger la dinámica: Es decir, empezar improvisando. Sin embargo, cuando estamos ante la estructura de una página web, podemos  caer en el error de terminar improvisando en todo el proceso. Dos son los principales motivos:

  • El tiempo apremia.
  • Adquirimos esta dinámica y, como alguna cosa se parece a lo que habíamos imaginado, seguimos ese camino.

Esto se puede hacer en el trabajo previo, pero nunca en el ‘lienzo final’. Si trabajamos la estructura de una página web, tenemos que tener claro lo que queremos comunicar y cómo lo vamos a estructurar. Si no, el resultado será incoherente e incumpliremos la principal premisa de nuestra web: Comunicar lo que somos y lo que hacemos.

 

Una buena estructura de una página web empieza por el contenido

estructura-de-tu-pagina-webPara empezar, tendremos que hacer el brainstorming del que hablábamos antes, pero en lápiz y papel. O, si lo prefieres, en Word. Escribe todo lo que haces y no tengas miedo de ‘sonar feo’. Es normal cuando empiezas a plasmar las ideas que tienes en la cabeza: Tu misión y tus valores o la actividad de tu empresa.

En este punto, lo que estás haciendo es abrir un baúl y sacar todo lo que tiene dentro. Ropa, algún juguete, carteras, libros…. Todo mezclado y desordenado.

Una vez que has terminado, hay que poner en orden todo lo que has escrito

Lee y extrae las frases principales, lo que define tu empresa: Tradúcelo todo en frases sueltas que sean realmente relevantes: Por ejemplo, “creamos espacios integrados y prácticos para nuestros clientes a través de nuestros muebles” se puede traducir como: “Hacemos muebles prácticos”.

Todas estas frases podrán estar relacionadas entre sí, creando un esquema jerárquico definido y ordenado: La estructura de tu página web. Harás muebles prácticos para dormitorios juveniles, de matrimonio o salones.

Ahora sí: toca ser creativos

No te asustes. El trabajo previo te ayudará a buscar la forma más atractiva de expresar lo que haces. En este punto, piensa en lo que has dicho a tus clientes más satisfechos. Aquellos que salen encantados de tu tienda… o piensa en lo que deberías haber dicho a otro que no salió tan contento. En definitiva, habla como hablarías a tus clientes o a quienes quieres que sean tus clientes.

También es importante que sepas resumir. Recuerda la cantidad de gente que navega desde su móvil y, sobre todo, que en Internet poca gente busca una lectura a fondo. Normalmente unas pocas palabras que llamen la atención harán al usuario decidir si sigue leyendo o se marcha por donde ha venido. Pocas cosas hay más frustrantes en Internet que una web ‘plomazo’.

Los títulos y los esquemas ayudan al usuario a guiarse

En relación con lo anterior, recuerda que los esquemas son la mejor forma de saber de qué va algo y conocerlo. Piensa en los estudiantes ¿Se leen una y otra vez el texto completo o se hacen esquemas para quedarse con lo principal? Primero tendrán que conocer lo básico e ir traspasando barreras, sabiendo lo que van a encontrar.

  • Un esquema, una lista o un mapa es para ubicar a alguien en un contexto
  • Un texto compuesto de varios párrafos servirá para profundizar la información
  • Una imagen podrá sustituir a un texto.

Empieza el diseño: jerarquiza y explica visualmente tu contenido

  • Los formatos de encabezado te sirven para definir las ideas más importantes, las que se incluyen en otra inmediatamente superior. Aquí te ayudará el diagrama que utilizaste para relacionar las características de tu tienda de muebles y sus secciones.
  • Los iconos te ayudarán a explicar un dato de manera más atractiva. Pon un reloj junto a los horarios de tu empresa o un sobre junto a un enlace a tu correo. Además, te ayudarán a definir el diseño.
  • Con una guía de estilos conseguirás homogeneizar la estructura de tu página web. Utilizar siempre la misma tipografía para el mismo encabezado, los colores definidos y los diseños de manera homogénea facilitará enormemente la navegación. Es similar a la leyenda de un mapa, que sirve para saber dónde hay una capital de provincia, una autovía o por dónde pasa un río.

Si el contenido se te va de las manos, usa imágenes

Recuerda lo que dijimos sobre los textos largos. En un libro, donde el objetivo es disfrutar de descripciones y conocer los detalles de una historia, son necesarios e imprescindibles. Sin embargo, en un manual a veces necesitaremos esquemas, mapas o imágenes para ayudar a la comprensión.

Busca imágenes que describan tu empresa, su proceso productivo y, sobre todo, que estén bien hechas. Las fotografías hechas con el móvil te servirán de bien poco para atraer a tus usuarios. Piensa en la importancia de los acabados de tu trabajo. Unas imágenes bien cuidadas y ubicadas redondearán la estructura de tu página web.