Con el paso de los años, la Web se ha convertido en un espacio de información y documentación casi ilimitado y de acceso libre. Según un estudio realizado en 2013, dentro de 5 años el volumen de información en Internet alcanzará los 35 Zettabytes y desde 2006 se ha generado muchísima más información de la que la humanidad había generado hasta entonces. Muchísimos datos para que pueda digerir una sola persona y demasiados datos sobre nosotros mismos circulando sin control.
Hoy en día, cualquier paso que demos en la Web es un dato que estamos exponiendo al mundo, un registro que se graba en las bases de datos de Google o una nueva estadística que utilizará cualquier empresa. Por no hablar de lo que nos exponemos en las redes sociales, donde aceptamos tener nuestro espacio de expresión o biográfico sin saber, generalmente, lo que de verdad estamos ‘firmando’ (¿Quién lee los términos de uso de Facebook o Twitter?). Por ello, hace algunos años se comenzó a hablar del derecho al olvido, es decir, a la posibilidad de controlar la información sobre uno mismo recogida en Internet.
Google, el gigante de la información, se encuentra en constante litigio sobre este derecho, buscando constantemente los límites. Mismamente, en la última semana ha solicitado el recorte de este derecho para personalidades públicas, aplicándolo de manera individual y recientemente ha decidido limitarlo a Europa, su mayor antagonista en esta materia. Pero, en nuestro nivel, ¿qué podemos hacer para proteger este derecho? Arrojamos un poco de luz al respecto.
Lo primero de todo, una vez que la Unión Europea reconoció que los usuarios podrían solicitar la retirada de datos suyos de los motores de consulta (13 de mayo de 2014), Google puso a disposición de los internautas un formulario para que cualquiera haga esta petición, aunque la empresa se reserva el derecho de ponderar la privacidad individual y la libertad informativa. Aquí puedes acceder a dicho formulario.
Debes saber que las cookies son un almacén de datos para las empresas que se aloja en tu equipo. Lo que hace que los diferentes sitios web se acuerden de tu usuario y contraseña y no tengas que escribirla o memoriza tus búsquedas… aparte de otra información. Son datos que puedes eliminar si quieres de tu ordenador, entrando en la configuración de historial de tu navegador y marcando la eliminación de cookies. Por otra parte, cada sitio web tiene que informar sobre el uso que puede hacer de estas cookies, algo que implementamos en todos los sitios que realizamos.
En este mismo sentido, todas las empresas, incluidas las que tienen sitio web, tienen que dar la posibilidad a sus usuarios y clientes a la eliminación de sus datos si así lo requieren, aportando su documento identificativo.
Por último, sobre las redes sociales, tenemos que tener en cuenta que un me gusta o un favorito no significa que aceptes formar parte de una base de datos de ninguna empresa. Además, tus fotografías, aunque las pongas en modo público, no se pueden utilizar para fines comerciales o no se pueden compartir en un perfil público si tú no quieres que asi sea.
Este es, sin duda, un tema vivo al que no podemos perder la vista, porque de él depende el control que tengamos sobre nuestros datos. En Ritmas Informática tenemos siempre en cuenta este aspecto, tanto con nuestros usuarios como con nuestros clientes, aunque es un ámbito siempre abierto a cambios. Habrá que mantenerse atentos a las novedades.