¿A quién no le molestan los interminables parones publicitarios mientras ve la tele? ¿Dónde suele ir a parar la propaganda que nos encontramos en nuestros buzones? La publicidad siempre ha sido un punto de encuentro entre empresas y personas con cierto tono de conflicto. Las empresas se lanzan a nuestra búsqueda mientras nosotros queremos seguir con nuestra vida sin interrupciones.

Por ello, hay que saber entrar con tacto en la actividad cotidiana de quienes queremos que sean nuestros clientes y saber qué es lo que realmente quieren y como lo quieren. En la actualidad, Internet ha dotado a las empresas de innumerables herramientas publicitarias que se adaptan a las búsquedas realizadas anteriormente por los usuarios, pero, ¿se introduce de forma adecuada el gancho?

Según el último estudio de IAB sobre Adblockers-programas de bloqueo de publicidad- en España, más de 2/3 de los internautas bloquearían la publicidad y el 84% aseguran que algunos formatos de publicidad son más molestos que otros.

Son especialmente molestos los Pop up o ventanas emergentes, los contenidos que no se pueden evitar (Como los vídeos de publicidad que aparecen en Youtube antes de las reproducciones y no se pueden saltar) y los vídeos y audios con autoreproducción. Por ello, os recomendamos evitar la inversión en este tipo de publicidad.

Por otra parte, el último estudio de la Asociación Española de Anunciantes sobre “la percepción de la publicidad en los medios” recoge que el 90.9 de los usuarios de Internet han percibido un aumento de espacios publicitados y el 86% afirma que ha sido de manera excesiva. Volviendo a los bloqueadores de publicidad, el 33% de los internautas los utilizan, normalmente hombre menores de 34 años.

Según este último estudio, los únicos formatos de publicidad aceptados positivamente son los colocados en los bloques laterales y los banners de la parte inferior y superior de las webs, siempre fijos.

¿Cómo evitar esa visión negativa?

En nuestra opinión, y dadas las tendencias actuales, el Inbound Marketing es el camino a seguir. Es decir, ofrecer un contenido de valor a los usuarios para que lleguen a ti buscando información. Por ejemplo, si tienes una tienda de productos para mascotas, puedes optar por artículos explicativos sobre técnicas de adiestramiento o los alimentos más adecuados para cada mascota.

Si logras mantener su atención, por ejemplo a través del newsletter, es el momento de medir su nivel de interés y su periodicidad. Esta estrategia basada en el cliente (CRM) te aportará información para mantener una relación a largo plazo y, en definitiva, un cliente satisfecho que no dudará en recomendarte si sabes ofrecerle lo que necesita.