Desde el inicio de la computación mediante máquinas, la interfaz de usuario ha sido uno de los grandes focos de evolución tecnológica en el sector, junto a la capacidad de almacenar datos y la velocidad de procesamiento. Estos tres elementos básicos fueron los que marcaron la evolución de la informática, hasta que llegó la conectividad. Sin embargo, su evolución no fue paralela.
Sin embargo, hasta hace no muchos años el uso de ordenadores estuvo muy restringido a especialistas, con una interfaz de usuario inaccesible para la mayoría de las personas. No sería hasta la década de los 70 cuando se comenzaron a incorporar elementos gráficos –Xerox parc- y hasta los 80 cuando se introdujo el Apple Macintosh, primer microcomputador personal, en 1984.
La interfaz de usuario como objeto de análisis
En los 80 se comenzó a hablar de la interacción persona-ordenador –IPO/HCI- como una disciplina relevante. Elementos como teclados, ratón o la metáfora de escritorio hicieron de la interfaz de usuario algo más universal.
La evolución de las diferentes herramientas de interacción e interfaces de usuario dio lugar a la creación de nuevas disciplinas centradas en hacer más sencillo y atractivo el uso de los ordenadores. De este estos estudios saldrían dos enfoques: Usabilidad y Experiencia de Usuario.
Usabilidad
Este concepto se refiere a la facilidad para ser entendido y utilizado de un software o interfaz de usuario. Según la ISO, “Capacidad del producto software para ser entendido, aprendido, usado y resultar atractivo para el usuario, cuando se usa bajo determinadas condiciones”. Además, se divide en varios conceptos, que se pueden consultar en ISO25000:
- Capacidad para reconocer su adecuación
- Capacidad de aprendizaje
- Capacidad para ser usado.
- Protección contra errores de usuario.
- Estética de la interfaz de usuario. Que sea agradable y satisfaga la interacción.
- Accesibilidad. Capacidad para ser utilizado por usuarios con determinadas características y discapacidades.
De manera coloquial, se trata de realizar webs o software que, sea cual sea la situación del usuario, puedan ser utilizadas con facilidad y agilidad, teniendo la información suficiente para hacerlo de manera correcta y que resulte atractivo.
Sin embargo, existe un concepto mucho más amplio, que hace al usuario aún más protagonista del diseño de interacción: La experiencia de usuario
Experiencia De Usuario
Se trata del concepto más amplio relacionado con la interfaz de usuario y el diseño de interacción, utilizando varias disciplinas recogidas del diseño industrial, marketing, comunicación y psicología.
Se busca dar un enfoque al diseño de software mucho más humano, haciendo coincidir los objetivos del diseñador o el product owner con las necesidades del usuario a partir de diversas técnicas de investigación y diseño.
La experiencia de usuario se construye a través de diversas capas, desde las más abstractas hasta el diseño visual de la interfaz de usuario, la más concreta, tal y como vemos en el esquema de Jesse James Garret recogido de la revista No solo Usabilidad.
Todos los componentes que recoge el diseño de UX son destinados a que el usuario no sólo perciba como usable y atractiva nuestra web. Se busca generar un vínculo con el usuario que vaya mucho más allá de la interacción a través de la interfaz. A través de múltiples disciplinas como el User research, la arquitectura de información, el diseño de interacción y otras muchas, se traslada el foco desde el producto hacia las personas que van a utilizar ese producto.