La Unión Europea se pone las pilas para regular el comercio electrónico y acercarlo al mercado único. En este sentido, una de las principales medidas será impedir que una misma empresa pueda ejercer medidas ‘proteccionistas’ entre las sucursales de los diferentes países, como impedir la compra en la web de otro país o establecer precios más caros para clientes de otros países miembros.
Por poner un ejemplo, esta normativa, de ponerse en marcha, nos permitiría comprar en Amazon Francia al mismo precio que lo hacen los usuarios galos. No existiría el ‘geobloqueo’ “ni otras formas de discriminación basadas en la nacionalidad o el lugar de residencia.
Esta medida de apertura, sin embargo, no afectaría a artículos protegidos por copyright, como música, libros electrónicos y juegos en un primer momento, aunque se espera que se puedan añadir en un futuro.
Objetivo: Fomentar la transparencia
Otra de las medidas que se pretenden implantar es incrementar la transparencia de precios, regulando el cálculo de los envíos transfronterizos, que en muchos casos restan competitividad o no se muestran de manera clara. Según el comunicado de Bruselas, los operadores postales pueden llegar a incrementar hasta 5 veces los envíos entre países miembros sin tener en cuenta los costes reales.
Esta misiva de la Comisión Europea pretende incrementar la confianza del consumidor en el comercio electrónico, dando más poder a las autoridades estatales para proteger sus derechos. Con ello, se pretende acabar con políticas que no respeten la normativa europea, facilitar el cierre de webs fraudulentas y fomentar la transparencia de los vendedores.
Otras medidas secundarias serían la obligación de distinguir claramente la publicidad de las búsquedas orgánicas en los motores de búsqueda, el énfasis en eliminar los comentarios online falsos o la protección de los menores en plataformas de video.